Introducción
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad, que pueden interferir significativamente en el funcionamiento diario y en la calidad de vida de quienes lo padecen. A pesar de ser uno de los trastornos más estudiados en la infancia, el TDAH sigue siendo objeto de malentendidos y estigmas.
Características del TDAH
El TDAH se manifiesta a través de una variedad de síntomas que pueden variar en intensidad y presentación. Los síntomas de inatención incluyen dificultades para mantener la atención, problemas para seguir instrucciones y olvidos frecuentes. Por otro lado, la hiperactividad se manifiesta como una necesidad constante de moverse, hablar en exceso o tener dificultades para permanecer sentado. La impulsividad puede llevar a decisiones apresuradas sin considerar las consecuencias, lo que puede resultar en problemas en el entorno escolar y social. Es importante destacar que el TDAH no es simplemente un problema de comportamiento. Los individuos con TDAH pueden ser muy creativos y tener habilidades excepcionales en áreas específicas. Sin embargo, sus síntomas pueden dificultar su rendimiento académico y sus relaciones interpersonales.
Causas del TDAH
El TDAH es un trastorno complejo influenciado por una combinación de factores genéticos y ambientales.
Factores genéticos: Se han identificado varios genes relacionados con el TDAH, muchos de ellos involucrados en la comunicación entre las neuronas del cerebro a través de "mensajeros químicos" llamados neurotransmisores. Alteraciones en estos genes pueden afectar la atención, la impulsividad y la hiperactividad. Además, se han encontrado vínculos entre el TDAH y cambios en la estructura de nuestros cromosomas, similares a los observados en otros trastornos del neurodesarrollo.
Factores ambientales: El ambiente en el que se desarrolla un niño también juega un papel crucial. Factores como infecciones durante el embarazo, complicaciones en el parto, exposición a toxinas o un entorno familiar caótico pueden aumentar el riesgo de desarrollar TDAH. Es importante destacar que estos factores no causan directamente el trastorno, sino que pueden influir en la expresión de los genes asociados.
Interacción entre genes y ambiente: La relación entre genes y ambiente es compleja. Los genes nos brindan una predisposición, pero es la interacción con el entorno lo que determina si se manifestará el trastorno. Por ejemplo, un niño con una predisposición genética al TDAH puede desarrollar síntomas más graves si crece en un entorno poco estimulante o con altos niveles de estrés.
Factores de riesgo:
Comorbilidad
El TDAH a menudo coexiste con otros trastornos, lo que puede dificultar el diagnóstico y el tratamiento. Algunos de estos trastornos incluyen la dislexia, los trastornos de ansiedad y la depresión.
Signos de alarma
1. Niños de 3 a 6 años
2. Niños de 6 a 12 años
3. De 13 a 18 años
4. Adultos
Diagnóstico del TDAH El diagnóstico del TDAH es un proceso complejo que implica la evaluación de múltiples fuentes de información. No existe una prueba única que pueda confirmar el TDAH.
La Fundación CADAH en sus infografías indica los pasos a seguir para hacer un diagnostico de TDAH:
Tratamiento
El tratamiento del TDAH incluye aspectos multidisciplinares:
Los expertos indican que el tratamiento más eficaz para el TDAH es la intervención multidisciplinar incluyendo tratamiento farmacológico, la intervención psicológica, intervención familiar e intervención escolar. El uso de la medicación es un pilar más del tratamiento para el TDAH.
Estos tratamientos que deben ser instaurados por un neurólogo, pueden ser de varios tipos:
1. Intervención psicológica. Que puede abarcar aspectos como:
2. Tratamiento psicopedagógico
3. Tratamiento farmacológico
4. Otros tratamientos
Si crees que tu hijo o tu podeis tener sintomas que os hagan sospechar un TDAH o en el colegio os han puesto sobre aviso, lo pirmeiro es hablar con tu médico o su pediatra. Si no tiene esa posilidad en nuestro centro disponemos de consultas tanto de medicina de familia como de pediatra social.
Y si tu médico ya ha establecido la necesidad de hacer una evaluación neuropsicológica, nuestra especialista, Marta Provencio, puede llevar a cabo dicha evaluación.