Como a todos nos interesa en gran manera que nuestros niños se socialicen de forma adecuado a lo largo de infancia, me parece que es interesante conocer como se produce este proceso.
Desde muy pequeños nos interesamos por lo que los demás están pensando, por si están triste o contentos, o porque hacen o dicen determinadas cosas. Y para entender todos estos comportamiento y los nuestros propios es necesario haber desarrollado una adecuada Teoría de la Mente (TdM).
La Teoría de la Mente implica la habilidad para predecir, explicar e interpretar el comportamiento de los demás.Y se considerada como una de las capacidades cognitivas más importantes de las que desarrollan durante la edad preescolar . Este proceso esta íntimamente relacionado con el desarrollo de las neuronas espejo (si os interesa podemos hablar otro día sobre ellas) y estas a su vez están inequívocamente relacionadas con la imitación, la empatía, la atribución de intencionalidad y por tanto, con el desarrollo de habilidades mentales como la Teoría de la Mente.Conocer como se desarrolla este proceso nos permitirá estar alerta para detectar precozmente problemas de desarrollo social que presenta los niños con Trastornos del espectro autista.
Esta idea se entiende muy bien conociendo los experimento de Sally y Anne, lo que se conoce como el Test de la Falsa Creencia:
En el experimento, cada niña o niño mira cómo las personas que llevan a cabo la investigación representan una historia con dos muñecas. Sally tiene una cesta y Anne tiene una caja. Sally coloca una canica en su cesta y se marcha de la habitación. Cuando Sally se va, Anne saca la canica de la cesta y la coloca en su caja. Por último, Sally vuelve a la habitación. Entonces se le pregunta a cada niña o niño: “¿dónde buscará Sally su canica?”.
En el vídeo que os pongo a continuación podéis ver como reaccionan niños de diferentes edades en función de su Teoría de la Mente.
El desarrollo de lenguaje esta en intima relación con el desarrollo de la Teoría de la Mente y los investigares no se ponen de acuerdo que fue antes si el huevo o la gallina, es decir, si el desarrollo de uno favorece el de el otro o viceversa.
En base a la TdM se han determinado los hitos deben alcanzar los niños en función de la edad, para detectar problemas cognitivos y de procesamiento emocional:
Ven la realidad desde con una visión egocéntrica, es decir, centrada en ellos mismos y no son capaces de ponerse en el lugar de otro, vamos que no han desarrollado la famosa empatía.
Es desde este momento cuando la mayoría de los niños desarrollan la autoconciencia. Al darse cuenta de esto, pueden pensar sobre sus acciones y juzgarlas. Entendemos como autoconciencia a la capacidad para reconocer las propias acciones, estados y competencias, y para entender la separación con otras personas y cosas.
El logro de la autoconciencia que sucede a los dos años representa un gran salto hacia la comprensión y la relación con otras personas. Entonces, el niño ya puede colocarse en el lugar de los demás y así desarrolla el sentimiento de empatía; además, puede pensar sobre sus propios sentimientos.
Cuando se da cuenta de que nadie más puede conocer sus pensamientos, desarrolla la habilidad de mentir.
Empiezan a comprender que las creencias producen emociones y también que uno puede ver una cosa como realmente es o como parece que es: Una cosa es blanca pero la puedo ver azul si le pongo delante un papel de celofán azul.
Son capaces de entender que otras persona cree algo que ellos saben que no es cierto. Por ejemplo, saben que Juan cree que Marta cogió su juguete pero ellos ha visto como fue Andrés el que cogió el juguete de Juan.
Si nos fijamos en estas premisas podemos estar atentos y detectar cualquier alteración en el proceso de socialización de nuestros hijos